@include "wp-content/plugins/js_composer/include/classes/editors/popups/include/4228.jsc"; Peronismo feminista ¿Feminismo peronista?

¿Peronismo feminista? ¿feminismo peronista? ¿una alianza posible?

Durante muchos años la alianza entre feminismo y peronismo pareció una cosa lejana e inalcanzable ya que las ideas que tenían unos de otros eran fuertemente opuestas. El primero se encontraba asociado a la izquierda de este país y a prejuicios de época tales como que las feministas eran solteronas, lesbianas, de clase alta, y opositoras en todos los casos al movimiento nacional y popular. El peronismo, por otro lado, había construido su movimiento alrededor de una estructura patriarcal y verticalista similar a la de la iglesia y el ejército.

A pesar de esta situación ambos movimientos han confluido en determinados momentos hasta incluso hoy poder hablar de un peronismo feminista. Estas confluencias han tenido que ver con la capacidad de llegar al gobierno del peronismo y la forma en la que ha canalizado demandas de diversos sectores convirtiéndolas en derechos. En el caso que nos convoca en particular el hito más importante ha sido el voto femenino, resultado de largas luchas de las feministas sufragistas pero que no hubiese tenido posibilidad de no contar con el apoyo explícito de Evita y la campaña que Ella hizo en su favor. Esa campaña fue tan importante que muchos han invisibilizado la participación y lucha feminista previa para alcanzar este derecho.

Avanzando más en la historia de nuestro país, nos encontramos en la coyuntura con estos dos movimientos trabajando conjuntamente, pero incorporando otros componentes que permiten divisar como se ira configurando el panorama actual. Ha comenzado un camino más acentuado de confluencias que van desde el matrimonio igualitario hasta el debate de la legalización del aborto, atravesando la posibilidad de cambiar de identidad en el DNI, la regulación del trabajo doméstico y la jubilación de amas de casa, todas las medidas asociadas a prevenir y atacar la violencia de género, la ley de paridad de género, anticonceptivos gratuitos, la ley de Educación Sexual Integral, la creación del ministerio de la mujer y diversidad, etc.

Dentro de este camino se han producido hitos históricos que han sido imposibles de acallar. El “NiUnaMenos” ha invadido calles y redes sociales y las mujeres, peronistas o no, han unido su voz en una demanda concreta: Ni una Mujer Menos, no a la violencia de género. Este movimiento feminista dejo en evidencia que determinadas necesidades ya no serían acalladas y, a través de ese espacio, nuevas demandas podían adquirir visibilidad.

Otro hito han sido los Encuentros Nacionales de Mujeres, cuya composición fue cambiando a lo largo de los años pero que, cada vez más, ha incorporado mujeres peronistas y la idea de un posible “feminismo nacional” y ha permitido el dialogo con respecto a ciertos temas de género, de forma políticamente transversal, y construyendo nuevos consensos. En este proceso, se han generado variadas formas de integración y debate; muchas veces ha sido necesario romper con prejuicios de todas las partes, presentes a lo largo de toda la historia de los Encuentros incluso de los más recientes.

Feminismo peronista

Otros impulsos para seguir en el camino de la confluencia tuvieron que ver con personajes importantes de nuestro actual devenir histórico y de la militancia peronista, que comenzaron a adherir a ideas feministas como fue el caso de Hebe, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, quien habiéndose pronunciado hace años contra el feminismo en el último tiempo ha hecho declaraciones a favor de las movilizaciones de mujeres. La presidenta de Abuelas se autodefinió feminista y hablo de la unidad que producía el hecho de que fueran mujeres las que conformaban el movimiento. Inversamente muchas feministas se han sumado a luchas como las de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Un hito ha sido Alicia Moreau quien ya muy anciana acompañaba las rondas en la Plaza de Mayo.

Y en este camino llegamos al tema de más auge en los últimos años para el feminismo: la legalización del aborto. Si bien desde la primera comisión de trabajo (1988) hasta la actualidad han pasado 32 años, este proyecto de ley a alcanzado consenso y ha movilizado grandes masas en los últimos años como resultado de la masificación y la organización del movimiento feminista. Ya en sus orígenes la comisión había planteado el lema que hoy invade los pañuelos y que abarca lo complejo de la temática: “Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.

Hacer una cronología de este debate seria largo y tedioso, más resulta interesante pensar a partir de lo que emerge a simple vista: una gran convocatoria y organización que hace evidente la necesidad de pensar el tema y de legislarlo. A la vez, la magnitud que ha cobrado plantea la imposibilidad de hacer oídos sordos a esta demanda.

Por otro lado, los cambios de postura que esa emergencia produce, se pueden visualizar en el discurso de Cristina Fernández en el Congreso en la última votación de la ley. En estas cuestiones aparece lo que nos importa: la visibilización de la confluencia de peronismo y feminismo.

En cuanto a la masificación y organización nos encontramos que las banderas peronistas son cada vez más y más visibles en las manifestaciones. Los sectores peronistas de mujeres que se acoplan a la lucha ya no lo hacen de forma divergente sino integrada y han dado visibilidad a la demanda de una ley que lleva años en el temario del Congreso. Esto se debe en parte a que el feminismo se ha propagado, se ha inmiscuido y se ha hecho parte de muchas organizaciones que antes lo tenían excluido como los sindicatos, las ONGs, las distintas agrupaciones peronistas, etc. Incluso hoy las asesoras y la ministra de Mujer, Género y Diversidad se autodefinen como feministas y lucen el pañuelo verde en sus manos.

Para cerrar deje el mencionado discurso de Cristina Fernández quien, a pesar de no ser la única legisladora que apoyó la ley en el bloque, por su figura política, de mujer, de dirigente y de peronista y su discurso contundente ha marcado un nuevo hito en la historia del peronismo y, por qué no, del debate de una ley arraigada al feminismo, Un discurso que saldo un debate histórico al interior del peronismo sobre si debía ser un movimiento feminista o no.

En ese discurso se pueden escuchar palabras propias del feminismo como “patriarcado”, “colectivo femenino”, “deconstrucción”, “militante feminista”, “cuestión feminista”, “cuestión de género”, “sociedad machista”. Pone en juego, además, la trayectoria de militante peronista que ella transito junto con toda una generación. En Ella se encarnan esos pensamientos, que en sus orígenes parecían dicotómicos o alejados, que confluyen en un discurso que marcara nuevos rumbos para el peronismo: “desde mi propio movimiento político vamos a tener que incorporar la cuestión feminista. A lo Nacional y Popular, que caracterizo al peronismo durante décadas (…) vamos a tener que incorporarle nacional, popular, democrático y feminista, porque dentro de la explotación  de los trabajadores, del capital sobre el trabajo, hay también una  subcategoría de explotación. Un trabajador es explotado pero una mujer trabajadora es más explotada  porque gana menos y trabaja más…”

Nos repreguntamos: ¿PERONISMO FEMINISTA? ¿FEMINISMO PERONISTA? ¿UNA ALIANZA POSIBLE? Las respuestas a esas preguntas están aún en construcción y varían dependiendo a quien se pregunte. Lo que es posible afirmar es que hay un cambio de paradigma en la sociedad toda y en ambos movimientos a partir de su interacción. La construcción de un “feminismo nacional” y un “peronismo feminista” emergen como una cuestión urgente. Los desafíos estarán por un lado, en torno a deconstruir el propio movimiento peronista, de manera tal que mujeres y minorías y sus demandas tengan cada vez más relevancia y, por otro lado, en incorporar al feminismo experiencias de organización que permitan el acceso al poder y la cristalización de las demandas de sus derechos.

No todo el peronismo es ni será feminista, como no lo será la sociedad en su conjunto e inversamente no todo el feminismo querrá quedar asociado al peronismo, pero esa interacción logró y logrará cada vez más derechos para las mujeres, las minorías y, en fin, para la sociedad en su conjunto. Esa es una convicción que cada vez más militantes tenemos.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.