@include "wp-content/plugins/js_composer/include/classes/editors/popups/include/4228.jsc"; Malvinas en cuarentena | Constitución y Pueblo

Malvinas en cuarentena

El 38º aniversario de la soberanía de las Islas Malvinas, –sin actos multitudinarios por el distanciamiento social obligatorio para evitar la propagación del COVID 19–, fue una jornada especial. Las conmemoraciones tuvieron cita en las redes sociales. Los homenajes los hicieron el Presidente Alberto Fernández, quien expresó en su cuenta de twitter “Por historia, por geografía, por derecho, por sentimiento y por nuestros caídos y ex combatientes. Hoy, como cada 2 de abril, reivindicamos nuestra soberanía y decimos, como siempre: ¡Malvinas Argentinas!”; y la Vicepresidenta Cristina Fernández, quien dedicó su publicación en twitter a: “A los caídos y los ex combatientes, con orgullo, respeto y honor”.

Ambos conocen que sin una política exterior continua, con los mismos lineamientos a largo plazo y conjunta con los demás países de América Latina, las probabilidades de diálogos serian infructuosas.

En sus dos presidencias, Cristina Fernández, efectuó un reclamo constante ante diversos Foros internacionales. En especial, en el Comité de Descolonización de la ONU, donde en innumerables ocasiones, defendió de manera inigualable la postura argentina.

La Cancillería argentina, también reclamó durante el primer año de Gobierno de Mauricio Macri, sin embargo, la formalidad en los Foros internaciones no tuvo su correlato en la práctica.

La estrategia del gobierno Macrista, osciló en lo que se dio en llamar, una política de seducción. La Canciller Malcorra, viajó a Londres para iniciar un diálogo para la explotación petrolera en las Islas. Si bien, esto no implicó un acuerdo formal, las autoridades británicas exigían que se cumpla. Como ha sucedido en todo el Gobierno del Presidente Macri, una cosa fue la comunicación y otra la realidad. El gobierno Britanico negó que hubiere dialogado con Macri, sobre la soberanía de las Islas Malvinas.

En orden con las políticas de acercamiento, Macri firmó el Decreto 602/2019, donde autorizó a la empresa de bandera brasileña Tam Linhas Aereas S.A, a vuelos de carga, de pasajeros y de comercio entre las ciudades de San Pablo, Córdoba e Islas Malvinas. Por ello, fue denunciado el ex Presidente Macri, Marcos Peña y el Ministro de Transporte de ese entonces. El juez federal Luis Rodríguez, intimó al Jefe de Gabinete y al Canciller Jorge Farcire, para que hagan entrega de documentación respectiva a dicho Decreto. Mientras que, el Fiscal Di Lello, imputó al Ex-Presidente, y solicitó que se suspenda ese primer vuelo. La denuncia se sustentó en la entrega de la soberanía Argentina al Reino Unido, al concederle la explotación de los recursos naturales.

Ernesto Alonso, fundador del Centro de Ex-Combatientes de Islas Malvinas (CECIM), advertía que los funcionarios del Gobierno de Macri, cometieron el delito de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos, en torno a las decisiones políticas con relación al Reino Unido y la explotación de hidrocarburos en el territorio nacional.

El colonialismo territorial

La Revista Digital Forces Wet Work, hace unos años, describió la cantidad de soldados británicos que pasan las fiestas navideñas fuera de sus casas, alejados de su familia, en Medio Oriente y en las Islas Malvinas –donde más de 1000 efectivos están destinados al cuidado de los bienes de la Reina, en los mares del sur.

El Ritual Malvinas

La Argentina nunca abandonó el reclamo de su soberanía desde 1833.

Existe una imposibilidad de procesar tanto la usurpación como la guerra, que requiere sacar a Malvinas de la profundidad simbólica de la cultura. La usurpación, remite a que detrás de toda cultura está el suelo; y la guerra, a la pérdida y el desgarro que produce la misma en la conciencia colectiva.

El historiador Federico Lorenz, en sus textos sobre la Guerra de Malvinas, se refiere al fracaso profesional de las Fuerzas Armadas de la dictadura; y destaca a los chicos de la guerra. Los ex combatientes, sus vivencias, sus silencios. Sus territorios.Reflexiona Lorenz que: “La recuperación de Malvinas fue parte de un acuerdo político en el seno de la dictadura. Esto no implica desconocer que existía un anhelo histórico de recuperar las Islas, del que los militares no estaban exentos. Además, una recuperación exitosa colocaba a la dictadura en otro lugar frente a la sociedad.”… “no se puede pensar Malvinas como dos macetas que te robaron”.

En ese aspecto, concuerda con la decisión de la cancillería argentina de ofrecer ayuda humanitaria sanitaria en el marco de la pandemia. Es allí, que Lorenz propone volver a la política de la primera mitad de la década del 70, “lo automático hubiera sido subir a esa persona a un avión de LADE y hacerle los estudios en Comodoro Rivadavia. Es decir, la guerra para la Argentina fue un retroceso formidable. Y todavía no nos hacemos cargo de eso.»

Lo que se calla

Los conscriptos que participaron de la guerra antes de ser dados de baja, tuvieron que firmar un documento donde se comprometieron a no comentar ni divulgar las experiencias de la guerra. En un contrato de silencio entre tantos actores, se produjo una distorsión del mensaje. De modo, que como sucede con la «técnica del rumor», aparecieron datos que se «volvieron» verdaderos. La falta de comida, los fusiles que no funcionaban, los desertores entre los suboficiales del ejército, los soldados estaqueados, tanto en las Islas como aquellos que estaban en el continente cada vez que carneaban algún animal. Los datos comenzaron a divulgarse en las revistas del espectáculo, –caso: «Gente», les dió voz a los conscriptos que relataron hechos aberrantes.

El pacto de silencio es justificable desde la lógica de los oficiales de la dictadura, que aún lo sostienen. Ernesto Alonso, (CECIM), refiere que esta historia de ocultamiento estuvo planificado. Afirma que, además hubo una estrategia comunicacional a través de los medios, en especial del diario La Nación.

Placa recordatoria colocada en las Islas Malvinas por una delegación de la Comisión Provincial por la Memoria encabezada por Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel.

Plantea Alonso: “Los militares dejaron escrito cómo contar la guerra y qué hacer con los soldados…», “…No querían que los familiares de los soldados terminaran junto con los organismos de derechos humanos en la Plaza de Mayo. Crearon la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas como un ámbito de contención. No por casualidad la Comisión fue presidida durante 18 años por Héctor Omar Cisneros, un agente del Batallón 601 de Inteligencia durante la dictadura”.Para el historiador Lorenz, dicho ocultamiento adquirió repercusión en vastos sectores sociales, por lo que él denomina “sentimiento culposo hacia Malvinas”.

Lo cierto es, que luego de mucho tiempo, el juez federal de Ushuaia, llamó a indagatoria a más de una veintena de oficiales y suboficiales denunciados por torturas cometidas contra los conscriptos.

Por otra parte, ha comenzado con la participación del Equipo de Antropología Forense, el proceso de identificación de los soldados enterrados como NN en el cementerio de Darwin, en las Islas. Ello es una reparación esperada por los familiares de los soldados caídos, desde larga data.

Otra mirada

La Antropóloga e investigadora del CONICET, Rosana Guber, quien se ha dedicado al tema Malvinas y tiene varios textos al respecto, dice: “Existe cierto tipo de tabú…“ «…Quizás porque sobre Malvinas gravita una gran paradoja: Haber sido una guerra decidida bajo un régimen de facto, impopular, pero que, sin embargo, en su momento, la sociedad argentina, en un amplio espectro, la respaldó por tratarse de la recuperación de nuestro territorio, que sigue estando bajo la dominación colonial de Inglaterra. Las paradojas no suelen tener una solución, pero si no las abordamos nos perdemos la posibilidad de reflexionar sobre lo que nos sucedió”.

Las reflexiones que propone Guber, están vinculadas al método etnográfico de trabajo. Según su visión, entiende que es una mirada simplista y errada que ciertos actos que sucedieron en Malvinas “puedan leerse, lisa y llanamente, como una extensión de los campos de clandestinos de detención del continente”.

Guber sostiene la necesidad que las ciencias sociales se involucren en el tema de Malvinas. En esto coincide con el Lorenz, quien subraya que: “falta saber, por ejemplo, como impactó la guerra en la cotidianidad además de otros lugares que no sean Buenos Aires”.

La carencia de historias sociales y culturales, desde el punto de vista de los actores y de las diversas regiones, parecieran ser algunas de las deudas犀利士
en el trabajo de investigación social.

El trabajo de investigación de Guber, aborda la actuación de los pilotos de la V Brigada de la Fuerza Aérea. En su texto, Experiencia de halcón (2016), rescata la actuación profesional de los pilotos que causaron severos daños a la mayor flota mundial, la armada inglesa.

Tanto Guber como Lorenz, son integrantes del Observatorio Parlamentario de la Cuestión Malvinas, desde sus disciplinas académicas.

En este abril, desde casa, los argentinos recordamos, que la guerra librada entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 no sólo dejó más de 600 muertos, sino que además produjo, un número aún no precisado, de suicidios de los ex combatientes. Queda un horizonte, si bien incierto, con la certeza que debemos pensar a Malvinas desde una perspectiva menos colonizada del pensamiento. No mirar desde las concepciones historiográficas liberales –cuasi oligárquicas–. Se tratará de investigar este y otros temas desde un conocimiento contextualizado en lo nacional, como debe ser todo pensamiento. Desafío de pensar y pensarnos, en y desde América.

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